“Mamá, ¿dónde están los juguetes?”, lo cantaba una niña: conozca cómo se ve a sus 70 años

El popular y triste villancico ha acompañado por más de seis décadas las navidades colombianas, debido a que con su historia se identifica más de uno

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Mamá, ¿Dónde están los juguetes?, es uno de los villancicos que se desempolvan todos los diciembres - crédito captura de pantalla redes sociales / Youtube
Mamá, ¿Dónde están los juguetes?, es uno de los villancicos que se desempolvan todos los diciembres - crédito captura de pantalla redes sociales / Youtube

Cada diciembre los colombianos desempolvan los clásicos villancicos que acompañan las novenas, e incluso el día a día en que transcurre la temporada navideña.

Campanas de Belén, Tutaina, El tamborilero, El burrito sabanero, son algunos de los éxitos que se inmortalizaron y que perduran de generación en generación, quién sabe hasta cuando.

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En diciembre, también permanecen tradiciones como la entrega de regalos, situación que no ocurre en todos los hogares, pues las dificultades económicas no permiten que los padres obsequien regalos o ropa nueva a sus hijos.

Según las cifras reveladas por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en 2022 el 13,8% de los colombianos se encontraban en pobreza monetaria extrema, es decir, aproximadamente 6.904.501 personas no tenían ingresos que superaran los 7.000 pesos diarios.

Es por ello que, Mamá, ¿dónde están los juguetes?, es el villancico con el que más de un colombiano se siente identificado. Su historia no es más que la de un niño que no tiene la fortuna de recibir un regalo de Navidad y le pregunta a la mamá el porqué de la situación. Además, entre su inocencia, pero en su racionalidad, dice: “El niño no me quiere”.

Pues bien, quienes pensaban que la canción era interpretada por un niño, se equivocan. Quien inmortalizó dicha melodía es Raquel Castaños, una cantante y actriz venezolana que tuvo otros éxitos destacados en su país: La Hallaca, Abrázame, El niño pobre o Médanos y leyendas.

La mujer que interpretó la canción a sus cinco años, compuesta por el venezolano Oswaldo Oropeza en 1962; hoy tiene 70 años y con ello, diversos males que la aquejan.

Su pareja, José “Pollo” Sifontes, decidió hacer una colecta con los seguidores y amigos de la cantante para reunir 25.000 dólares para una operación que requería, debido a su “deterioro progresivo por hidrocefalia normotensiva en el cráneo que le impide caminar y además presenta pérdida de memoria”.

Raquel Castaños recientemente se sometió a dos intervenciones quirúrgicas debido a un deterioro progresivo por hidrocefalia normotensiva en el cráneo - crédito @pollosifontes / Instagram
Raquel Castaños recientemente se sometió a dos intervenciones quirúrgicas debido a un deterioro progresivo por hidrocefalia normotensiva en el cráneo - crédito @pollosifontes / Instagram

En una de las últimas publicaciones compartidas en la cuenta de su esposo, Raquel se muestra con buen estado de ánimo, luego de su recuperación de dicha operación. Además, un mes más tarde de su cirugía, se habría sometido a otra intervención quirúrgica en la zona lumbar de su columna.

“Raquel mejorando... ¿Qué dicen ustedes? ¿Cómo le queda ese tumbao’ que le fascina a los cubanos...? (sic), expresó Sifontes en su cuenta personal de Instagram.
Así se ve la mujer que hizo la voz detrás del popular villancico Mamá, ¿Dónde están los juguetes? - crédito @pollosifontes / Instagram

A sus cinco años, Raquel no quería cantar el popular villancico

En una entrevista concedida a Soho en 2013, Raquel Castaños, la voz detrás de Mamá, ¿dónde están los juguetes?, afirmó que no le gustaba dicha canción, agregando que en varias oportunidades se lo expresó a su mamá, pero finalmente la cantó, sin saber el éxito permanente de la canción.

“A mí me parecía una canción horrible, y no entendía por qué querían grabar algo tan triste. No me gustaba y al principio me rehusé a cantarla. Pero mi mamá me insistió y al final lo hice, sobre todo, por complacerla”, dijo al medio citado, reseñado por El Espectador.

En la entrevista, la artista contó la anécdota que hizo que “odiara” mucho más la canción:

“Hicieron un programa especial en Radio Caracas Televisión en el que yo debía cantar. El día de la grabación, el set estaba decorado de Navidad y yo tenía que parecer una niña muy humilde. Todo estaba muy preparado, pero a la gente de producción se le escapó el detalle de los zapatos, así que tomaron los míos y los rompieron para que parecieran desgastados y viejos. Eso aumentó mi horror”