La Navidad y su impacto en la salud mental: cómo identificarla y enfrentarla

Durante las festividades decembrinas, muchas personas experimentan sentimientos de tristeza y melancolía, un fenómeno que a menudo se denomina “depresión navideña”. Es importante diferenciar entre la tristeza temporal asociada con esta época y los síntomas de una depresión clínica que requiere atención profesional.

Un estudio canadiense revela que la soledad (40 %) y la ausencia de familiares (38 %) son los estresores más comunes en las festividades navideñas. Además, se evidencia una significativa presión social respaldada por mensajes y campañas que incitan a la felicidad y el consumismo durante estos días. La creencia de que todos deben estar contentos y reunidos con sus seres queridos es un factor que agrava la melancolía. Sin embargo, la realidad de enfrentar la Navidad en circunstancias desfavorables, como la soledad o la falta de recursos económicos, puede intensificar los sentimientos negativos. En este contexto, la propia exigencia de cumplir con las expectativas sociales puede ser abrumadora.

La EPS Famisanar le cuenta cuáles pueden ser los síntomas de la depresión navideña:

• sentimientos persistentes de tristeza o vacío durante las fiestas.
• pérdida de interés en actividades que antes se disfrutaban.
• cambios en los patrones de sueño, ya sea insomnio o dormir en exceso.
• cambios en el apetito, pérdida o aumento de peso significativo.
• sentimientos de desesperanza o pesimismo.
• fatiga o falta de energía.
• dificultad para concentrarse o tomar decisiones.
• irritabilidad o inquietud.

Estos síntomas pueden ser desencadenados por diversos factores, como el estrés por las responsabilidades de la temporada, recuerdos de seres queridos ausentes y la presión de las expectativas sociales.

Para hacer frente a la depresión navideña, la EPS Famisanar le recomienda tomar varias medidas:

• establecer límites realistas y no sobrecargar el calendario de eventos.
• planificar con anticipación para manejar las responsabilidades de manera organizada.
• mantener hábitos saludables en cuanto a alimentación, ejercicio y sueño.
• asignar tiempo para el autocuidado y actividades relajantes.
• Buscar apoyo emocional en amigos, familiares o grupos de apoyo.
• voluntariado o participar en actividades comunitarias para mejorar el ánimo y el sentido de propósito.

Si los síntomas son graves, prolongados o interfieren en la vida cotidiana, es fundamental buscar ayuda profesional. Un médico o psicoterapeuta de la EPS Famisanar, puede ofrecer un diagnóstico adecuado y recomendar tratamientos que pueden incluir terapia, medicamentos, o una combinación de ambos.

La depresión es una condición tratable y reconocer los síntomas es el primer paso para obtener ayuda. Durante la Navidad, es vital prestar atención a la salud mental y buscar apoyo cuando se necesite.