Banda criminal desvió agua de 50.000 personas para su piscina clandestina en Buenaventura

A través de un video que se hizo viral el martes 19 de diciembre en redes sociales, se conoció que la banda criminal de Los Espartanos, que delinque en Buenaventura, contaba con una piscina clandestina que llenaban con el agua potable del acueducto de la ciudad portuaria que abastece a unas 50.000 personas.

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La irregular situación estaba ocurriendo desde hace tres años y sería la causa de la baja presión en ese servicio domiciliario en esa población del Pacífico colombiano, indicaron en el noticiero vallecaucano 90 minutos.

Agregaron que la Policía Nacional, junto con la empresa de acueducto y alcantarillado bonaverense establecieron que usaban la tubería para llenar la alberca de los delincuentes que se ubica en el barrio Gamboa, lo que causó perjuicios a los residentes de las comunas 6,7,8,9 y 10, aunque inicialmente se pensaba que se trataba de una avería en el sistema hidráulico.

“Estaba ubicada encima del tubo conductor que surte de agua a gran parte de la población de la ciudad. Se tiene determinado que en esta piscina, al parecer en años anteriores, se presentaron fiestas e incluso se habría cometido un homicidio”, señaló en el mencionado noticiero el coronel Oleskyenio Flórez, comandante departamental de Policía.

Sin embargo, fue hasta que los uniformados iniciaron los recorridos por la zona cuando hallaron lo que sería prácticamente un balneario para los criminales de esa banda que atemoriza a esa población en el Valle.

“Al hacer patrullajes y recolección de información, la Policía Nacional logra ubicar una especie de piscina (...) Se procede a intervenir esa piscina y acompañar a las autoridades locales en la reparación del tubo”, indicó el alto oficial en el periódico El Tiempo.

Finalmente, el coronel Flórez afirmó continuarán con este tipo de actividades de inspección y control para golpear a las organizaciones criminales en Buenaventura.

“Es un mensaje directo para los delincuentes de esta ciudad: y es que para la Policía Nacional no hay sitio vedado y se seguirá trabajando con intensidad para recuperar los espacios que son de los ciudadanos, para los ciudadanos”, refirieron de sus declaraciones en el periódico regional El País de Cali.

Shottas y Espartanos rompen tregua

El panorama de seguridad en Buenaventura se tornó sumamente complejo tras conocerse que Los Shottas y Los Espartanos rompieron el cese de hostilidades que habían mantenido en los últimos meses, tras un proceso de paz con el Gobierno nacional, que contribuyó a una situación de orden público más tranquilo.

La ruptura de este acuerdo se hizo evidente luego de reportarse un asesinato con arma de fuego en el barrio La Independencia. Hugo Guzmán, comandante (e) de la Policía de Buenaventura, informó que la víctima falleció en la Clínica Santa Sofía después de recibir varios disparos.

Los Espartanos, a través de un comunicado, acusaron a los Shottas de ser los responsables del crimen, mientras que estos últimos aseguraron que continuarán con un cese al fuego unilateral. La comunidad expresó su preocupación ante estos sucesos, temiendo un repunte de la violencia.

José Luis Bernat, delegado de Derechos Humanos de la Personería de Buenaventura, declaró que este asesinato no era el único incidente violento sucedido en la ciudad desde el inicio de diciembre: “Desde que comenzó el mes también se han perpetrado otros crímenes, lo que sugiere que las órdenes de los líderes de estos grupos no se están cumpliendo.”

Estos acontecimientos ocurrieron poco después de que Danilo Rueda, ex Alto Comisionado para la Paz, había anunciado que la tregua entre las bandas se extendía hasta el 4 de febrero de 2024.

Por su parte, monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura y mediador en el proceso, previamente había advertido que el acuerdo estaba “descarrilado”.

Pese a esto, y según datos de Medicina Legal, hubo 110 homicidios en Buenaventura desde el 1 de enero hasta el 27 de octubre de 2023, reflejando una mejora respecto a años anteriores.

El prelado indicó al diario El Tiempo que la situación había mejorado al punto de que la población podía permanecer en las calles después de las 5 de la tarde, aunque también enfatizó en la existencia de un problema estructural de larga data y la necesidad urgente de brindar oportunidades a los jóvenes para apartarlos de la delincuencia.